PRESENTACION DE BEBES

No son un regalo, son un préstamo, un préstamo de Dios

Más que una bendición son una gran responsabilidad.

Este fin de semana tuvimos la presentación de bebes en nuestro grupo de conexión, pero que es la presentación de bebes?

Es el momento en el que frente a testigos, que en este caso fueron los asistentes a nuestro grupo de conexión, como padres realizamos un pacto con Dios, entregándole a nuestra hija, presentándola a la iglesia y comprometiéndonos a cuidar este tesoro que Dios nos ha prestado y ha encomendado en nuestro hogar, a guiarla por el camino correcto para que cumpla con el perfecto propósito que tiene Dios con su vida.

Pero la presentación va mucho más allá de una hermosa oración y bendición para la princesa, es el compromiso tan importante que tenemos con Dios y con el mundo de criarlos  y guiarlos por el camino del bien.

Quiero compartirles unos puntos importantes que tengo presentes de la introducción que nos hicieron a mi esposo y a mí sobre la presentación de bebes:

1. Son prestados: los hijos no son nuestros. La primera vez que lo escuche sentí una tristeza grande en mi corazón. Pero si yo la tuve nueve meses en mis entrañas, como así que no es mía?. No, no es mía, pero es más grandioso y maravilloso que no sea mía, es de Dios, es su préstamo  y EL la usara para cosas grandes, maravillosas, inexplicables y significativas para el mundo, que egoísta yo si la quisiera solo para mí, no, al contrario, la educare, la guiare, la amare y le enseñare a amar, a conocer y a seguir a su creador, porque EL tiene unos planes muchísimo mayores para ella, y nuestra mayor felicidad como madres debe ser que lo realicen y que no se desvíen del camino.
2. Orar desde ya por las promesas que Dios tiene para nuestras hijas y por el propósito que ha dispuesto EL para sus vidas: orar por ellas? Sí es algo que hacemos continuamente, pero orar por sus promesas y el propósitos de sus vidas?, tienen 3 y 1 año, para qué? Para que me preocupo desde ya que será de sus vidas?.. Tremendo mamas!!!.. tenemos que orar desde ya para que Dios nos de esas promesas, porque esas promesas en unos años, varios años, serán nuestra mayor herramienta en los momentos difíciles de rebelión de nuestros hijos, nos vamos a apegar de esas palabras y podremos decir.. “DIOS.. tú lo prometiste, tú me has dicho esto y esto sobre mi hija, ella no se desviara de tus propósitos”. Y con esa confianza en la fidelidad de Dios podremos obtener la victoria en cada batalla, y tengamos en cuenta que el mundo cada vez está peor y las batallas cada vez son más difíciles, en la actualidad no luchamos porque una hija se voló a los 15 y se casó, no, ahora las luchas son drogas, alcohol, promiscuidad, y mil demonios más.
3. Ser conscientes de su autenticidad: Tenemos que tener presente que cada uno de nuestros hijos es diferente, que no podemos pretender enseñarles piano o violín porque siempre fue nuestro sueño y no lo hicimos. No, tenemos que partir del hecho de que somos creados únicos, auténticos, incomparables e irrepetibles, y así tal cual son nuestros hijos, a cada uno tenemos que orientarlo y tratarlo de maneras diferentes, tenemos como mamas que ser muy creativas y encontrar la mejor manera de que nos oigan según sus características particulares y de guiarlos de igual manera.
4. El diablo existe: Tenemos que ser conscientes de esta realidad, de que vivimos bajo un mundo espiritual donde hay buenos y malos, nosotras lucharemos porque nuestros hijos sigan el camino del bien, conozcan a su salvador y sirvan a su Dios, pero así mismo el diablo siempre planeara como evitar que esto se logre, por lo que en oración debemos guerrear por nuestros hijos y cubrirlos con la preciosa sangre de Jesus.

Más allá de un evento social, o una parsimonia, los bebes necesitan una bendición acompañada de un compromiso importante de los padres, no es una bendición de un día, es una bendición constante, es una labor sin descanso.

Tengamos presente que nuestros pequeños pueden escuchar hablar de Dios todo el tiempo, pero no lo ven, mientras comprenden su definición divina y aprenden a visualizarlo en su imaginación, su imagen verdadera de Dios es su papa, el proveedor, el dador, el que los escucha, el que los disciplina; y su mama es la imagen que tendrán del espíritu santo, ayudadora, consoladora, compasiva, la que los levanta, los alienta, los impulsa, por eso tenemos que como padres buscarlo cada día, aprender su palabra, imitarlo y amarlo con nuestro corazón, porque  por medio nuestro lo conocerán nuestros hijos.

Deuteronomio 6: 5 – 7 “5Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas. 6 Estas palabras que hoy te mando cumplir estarán en tu corazón, 7 y se las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes”.

Cuando me levante y cuando me acueste, un trabajo sin descanso… Nunca dejar de hablarles de Súper Dios!