CUESTIÓN DE ACTITUD
Descansar,
aprender a descansar, en medio de las circunstancias, cuando no sabemos ni
contra quien peleamos, si contra el esposo, los niños o si contra nuestro mismo
genio, nos sentimos en un desierto, sin salida, las lágrimas no llenan, los
gritos no liberan, la amargura y el enojo solo empeoran la situación, solo hace
que nos sintamos más miserables y nos lleva a perder el control.
Dios no
actúa como un genio de la lámpara mágica, con decir Ay Dios, ayúdame, sálvame, cámbiame!
Y llorar cada vez que perdamos el control no es suficiente, el poder de Dios
actúa a partir de nuestra fe, de nuestras acciones, realizamos acciones en fe y
esa fe que mueve montañas activa el poder de Dios, para ayudarnos,
cambiarnos y consolarnos.
Comienza tú
mamá, no esperes recibir, DA!
No esperes
a que tus hijos tengan la actitud correcta, ni se transformen en los más
obedientes, respetuosos, mucho menos esperes a que tu esposo cambie, para
cambiar tú, el cambio empieza por ti mamá, por tu actitud.
Tenemos que
apropiarnos de la realidad de nuestra vida y de nuestro rol, somos MAMAS, mamá
significa ayudadora, servidora, nuestro servicio en esta vida es con nuestro
hogar; no se maten la cabeza preguntándose cuál es el propósito de sus vidas,
cual es el horizonte, no tienen porque sentirse pérdidas, cuando la respuesta
la tienen en sus narices, el gran propósito de sus vidas es la familia, la
familia es el eje principal de la sociedad, la familia es el sueño de Dios, por
eso es tan atacada, cada vez son más el número de divorcios, cada vez son menos
los jóvenes que quieren formar un hogar, porque será? Pues porque en la familia
es donde se gestan los principios y valores de las generaciones venideras, ahí está
la formación esencial de los líderes y las influencias del mañana, y al diablo
no le conviene que los niños tengan buenos ejemplos, amor y buena actitud en su
familia y en su infancia, a él le conviene que crezcan temerosos, atados, incrédulos
y así influyan de manera negativa en la sociedad.
Nuestra
labor es sumamente importante para el mundo, para la vida, para Dios, por esto vamos
a cambiar la quejadera, la amargura, la pelea, la alegadera, por actitud, por
una actitud amorosa de servicio, de servicio enfocado en el futuro en el plan
perfecto de Dios, no vamos a poner nuestros ojos en el hombre, no vamos a mirar
a nuestro esposo, ni a nuestros hijos y sus errores, vamos a enfocar nuestra
vista en Dios, en que EL si nos ve, este servicio es para un plan y un propósito
grandísimo que EL tiene para nuestros hijos y su generación, para el futuro,
ese granito de arena que damos cada vez que servimos el desayuno, aseamos la
casa, disciplinamos con amor, cada vez que madrugamos más o trasnochamos más porque
todo funcione en armonía, ese granito de arena está formando el mañana de toda
la tierra.
Antes de
perder el control, gritar, llorar, pelear, quejarnos y amargarnos, vamos a practicar
estos pasos:
- Respira.
- Piensa: así creamos que en ese momento no se puede, sí se puede, dominio propio, nada nos domina!, repite, nada me domina.
- Habla suave, ten una actitud afable y apacible, suave, paciente, amable.
- Pon la otra mejilla, se humilde mamá, ese es el secreto, la humildad.
- Sirve a Dios, sirve con acción de gracias, agradece el tesoro preciado que tienes a tu cuidado.
Los niños
no entienden los gritos, mucho menos entienden que el trabajo, el tráfico, la
vida es estresante, para ellos la vida es jugar, reír, y muchas veces no hacer
caso, si no entienden cuál es la orden, cual es el beneficio de obedecer, mucho
menos entenderán los gritos y la mala actitud de mamá.
Si ven una
mamá que a pesar de sus errores, de su desobedencia, de su rebeldía, guarda la
calma, respira, y lo ama, y con amor lo disciplina, ese mismo amor se reflejará
en sus acciones y dará frutos en su actitud, en su estilo de vida, en su manera
de solucionar conflictos, de enfrentar situaciones en su caminar, ese amor y
esa actitud puede cambiar el mundo.
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