MAMÁ ESTILISTA

Una de las cosas más complicadas de tener hijas mujeres es peinarlas, ellas mueren por lucir su cabello largo, esbelto, brillante y hermoso como rapunzel,  pero a la hora de ver el cepillo para desenredarse huyen, a la hora del baño, para que se dejen juagar uno se vuelve una araña nivel experto dentro de la ducha para mantenerles la cabeza debajo del chorro de agua, luego, tras la amenaza, ”te corto el pelo” ceden y se aguantan el halonazo; cuánto quisiera uno como mamá que su cabellera se peinara sola, que los piojos nunca invadan y que el shampoo se quite por obra del espíritu santo.

Ni hablar de los cortes, a mi hija pequeña en su primera visita al estilista la trasquilaron y me cobraron carísimo, y yo toda antojada la lleve a un sitio súper play súper lindo con princesas, sillas especiales, le hicieron la famosa trencita con escarcha, etc, pero quedo terrible, a los días yo quería llorar de ver la totuma mal echa que le habían dejado.



Más de una lagrima me han sacado correteándolas por toda la casa para el peinado, más de un halonazo se han aguantado por mover la cabeza y no dejarse coger bien la cola de caballo, y más de un oso habrán pasado cuando llegan al jardín con una cola para arriba y otra para abajo cual  chimoltrufia.

Las siguientes estrategias son las que me han aliviado algo el viacrucis hasta la fecha, tal vez al crecer, sean más independientes se dejen peinar más fácil y permitan a la mamá deleitarse haciéndoles peinados de trenzas, con moñas de mil colores, eso solo el tiempo lo dirá, por ahora, lo que me ha funcionado:

  • Decidí cortarles el pelo yo misma, no estaba dispuesta a pagar tan caro porque quedaran como yo no quería, así que me llene de valor, compre una tijera de peluquería, y empecé a prepararme psicológicamente con youtube, hay un montón de tutoriales, yo seguí a fruto salvaje y otro para el capul de la grande, el primer corte fue un fracaso, quedamos trasquiladas todas gracias a Dios no fue muy notoria; hoy tras como seis meses de práctica, todo el mundo dice, uyyy como les ha crecido el pelo a las niñas, uyy que pelo más lindo, y solo elogios y modestia aparte, si ha mejorado mucho, lo tienen más bonito, más largo y ya les corto parejo, el secreto…la mano de la mamá sí sirve.




  • Decidí no invertir en moñas costosas, los cauchos que mejor les agarra el pelo son los de caucho grueso de colores, también  los cauchitos chiquitos que venden el paquete como a mil pesos, son buenísimos para las trenzas, las hebillas preciosas de gancho de pico de loro, ya ni las miro, esas hasta los 4 más o menos se las van dejando, antes, se las arrancan, igual las diademas, hasta los 4 años las recomiendo.
  • En cuanto al baño, he tenido que ceder y dejar que ellas mismas se restrieguen y ya cuando están confiadas de que no las voy a tocar, charan! mamá al ataque coloco mis manos sobre su cabeza rápidamente con movimientos suaves pero constantes, asegurándome que no se les vaya el shampoo a los ojos, sino ahí si estaré en problemas, uso shampoo cada dos días y les coloco gorrito de baño para no tener que vivir ese martirio diario, uso shampooo anti lágrimas.




  • Para la peinada toca negociada, primero ellas sólitas y luego yo las apoyo, a la chiquita la peino a mi gusto, pero con la grande lucho porque no le gustan las moñas, ella prefiere las diademas y bueno en esto también he tenido que ceder.
  • Opto por trucos como el acondicionador que trae brillantes, la crema de peinar de la Barbie con olor agradable y cepillo de princesas, todo para crear el ambiente propicio y amigable hacia el auto cuidado y así se motivan un poquito más.




Si están metidas en este meollo, las invito a reír con mis casos de la vida real y a la mesa de negociación, no es fácil y no siempre lograremos lo que queremos, tenemos que negociar claro está, estas cosas que son negociables, porque habrán otras donde la disciplina y la autoridad de los padres debe primar.




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