INSPECTORA GADGET

En estos días tuve que investigar un accidente de trabajo y en medio de risas y apuntes de la eventualidad, caí en cuenta, que muchas veces la relación con nuestros hijos se convierte en toda una investigación ya que no queremos perdernos ningún detalle de su día, vivimos armando un rompecabezas con cada pista que encontramos o imaginamos.

Mientras reflexionaba en este asunto, recordaba cómo para la misma semana, un compañero del trabajo me comentó: “esta mañana mi hijo se fue más temprano de costumbre, eso me tiene demasiado pensativo, se me hace tan extraño”, también escuche a otra mamá cada media hora llamando al hijo preguntándole que está haciendo y pidiéndole que le muestre por Skype todo lo que hace.


Esta etapa de mi vida me causa algo de miedo, entiendo y soy consciente de que no puedo ser su amiga y que va a ser muy doloroso no poder conocer todo ni entrometerme en cada acción que mis adolescentes realicen.

Hasta ahora he tenido que vivir una sola mentira, infantil, honesta, inocente en medio de todo, pero mentira, y me dolió, entristeció tanto mi corazón, que realmente entiendo que queramos ser detectives y armar las piezas para encontrar la tranquilidad del control, sin embargo, recordemos que el control no es de Dios, es jezabélico y solo nos trae estrés, amargura y desesperanza.

Con todas estas inquietudes en mi cabeza, recordé una mamá, no cualquier mamá, una madre ejemplar, alegre, sonriente y picarona que amo con todo el corazón, una tía, madre de dos adolescentes y un pre adolescente, tal cual como ella, ejemplares, apasionados por Jesús, alegres y exitosos, y me pregunté si mi tía tiene este instinto de detective gadget también con ellos y quise conocer cuál es el secreto para tener una vida de armonía con adolescentes en pleno furor, como desde el principio lo sospeche, ella tenía la mejor respuesta...

“Hola, lo principal que he llegado a conocer de esta época es aceptar que nuestros
hijos no son perfectos  que son humanos y por lo tanto fallan, cuando los padres tienen a los hijos en un pedestal es muy duro el golpe al ver que no son los ángeles que creían;  otra cosa importante es retroceder en el pasado y recordar como fuimos nosotros en la adolescencia y tendremos un poco más de misericordia con ellos, estar al lado animándolos en todos sus proyectos  así parezca que  no les importa, para ellos es muy valioso,  esta época de adolescencia es de total caos  al menos que su casa esté en orden, ir al secreto cuando hay esas malas caras, esas respuestas altaneras y etc... todo lo desagradables que pueden llegar a ser y entregarle esas actitudes a Dios y perdonarlos llenándonos del amor del Padre para dárselos a ellos, es una época de bastante conflicto pero por el mismo cambio hormonal también entonces hay que ser comprensivos,  no hay que dar órdenes para cumplir inmediatamente sino darles tiempo de espera, es una época de pereza pero igualmente por los cambios eso hay que entenderlo.    No ser tan radical  cuando hacen algo que no nos gusta acudir al Espíritu Santo para que los convenza de pecado. No sé qué más dudas tienes”.

A lo que yo más inquieta pregunte, pero... los investigas cómo detective?, Y mi sabia tía nuevamente con mucha gracia respondió:

“Cuando hubo problemas con cada uno de ellos sabían que la confianza se había perdido y sí, lo hice, pero ellos eran conscientes del porque y que sería hasta que dieran fruto para recobrar la confianza. Y sin esculcarles, cuándo yo pido al Espíritu Santo que me revele lo oculto y escondido Él con detalles hace que me dé cuenta si algo anda mal.  Es súper sapo y ellos lo saben y lo han visto”.

Finalmente, lo que más me impacto de toda la entrevista fue que me hiciera la siguiente aclaración:

“Eso si no le vayas a preguntar nada a ellos de sus dificultades porque la ropa sucia se lava en casa y las madres estamos llamadas a ser escuderas, no a exponerlos públicamente”.

Qué alivio, que respiro y que lección, definitivamente si estamos con Dios todas las penas y tristezas se convierten en alegría y paz, pidamos a Dios que nos de sabiduría y entendimiento para esta etapa, que nos de revelación, amor, perdón y palabras sabias para enfrentar los retos de la adolescencia, definitivamente la solución no es el sobre control, ni el escarmiento público, mucho menos el Skype, el secreto está en descansar en Dios, en entregarle nuestras cargas y recibir de su amor para con nuestros adolescentes, y vaya sorpresa, adolescencia aun siendo sinónimo de caos no es sinónimo de sin límites, aún en la adolescencia se encuentran bajo nuestro manto de protección y bajo los límites que establezcamos por su bienestar, tal vez la disciplina no sea la varita como por ahora con mis pancracias, sino sea la consecuencia, los actos que rompan la confianza o de desobediencia tendrán consecuencias claras y expuestas según sea el caso, pero basados en el amor, el perdón y la transparencia, pero sobre todo en la prudencia y discreción, no los vamos a exponer, a pesar de sus errores o faltas, no dejaremos de ser sus escuderas y protectoras, la ropa sucia se lava en casa!, de echo en este punto no olvidemos que las palabras tienen poder, cuando nos pregunten por ellos siempre debemos responder positivamente, así sea en fé, y no andar mencionando sus defectos y problemas.

Cuánto me aligero la carga, ver que estoy del lado ganador, que el sapo del espíritu santo es mi gran ayudador y me guiará a toda verdad y buen juicio por siempre, si tú cabeza no puede descansar, si el estrés y la angustia de la falta de control sobre tu hijo adolescente te agobia y hasta te enferma, busca ayuda, pero no del internet, ni de la vecina, del todo poderoso, dador de sabiduría y paz sobre natural, ve al secreto y descarga en ÉL tus frustraciones, solo en ÉL encontrarás las respuestas.

Y un último tip, muy valioso para tener en cuenta, PACIENCIA, si van más lentos que nuestro ritmo, si no despiertan, si no avanzan, no seamos radicales, controladoras y no los llevemos a irritarlos más, démosles tiempo, espacio, la paciencia es fruto del espíritu, por eso siempre tengámoslo como nuestra mejor herramienta.


Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino más bien edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor” 
Efesios 6:4
"Padres, no exasperen a sus hijos, no sea que se desanimen".
Colosenses 3:21

Comentarios

Entradas populares