ME DECLARO GRINCH DE LA NAVIDAD

1 de tesalonicenses 5:16-18 “Estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús”

Estamos en la época de la felicidad, la dicha, la familiaridad, los regalos, las luces y los abrazos, muy bonito no?, pero esta felicidad y alegría es momentánea?¨será que en febrero cuando llegue la cuenta de la tarjeta codensa seguimos celebrando?

El mejor regalo de navidad que algún día recibí fue una media noche con un papá sobrio que me abrazo y me dijo te amo sin una cerveza encima, la mejor navidad de mi vida, fue cuando regale cartas con palabras sinceras y llenas de amor a mi familia y bajo la luna en la finca todos nos abrazamos, cenamos y lloramos, lloramos tanto, porque la emoción de la sinceridad fue verdadera, lo más bonito de mi mejor navidad es que no termino, prácticamente este año fue el año de la reconciliación, de los abrazos, del amor, de la sinceridad con mi familia, gracias a que hemos conocido un amor mayor.

Lo más probable es que este no sea su caso, para usted no sea una mala experiencia ni un mal recuerdo ver a sus padres ebrios, sino que sus navidades son llenas de amor, bondad y transparencia, pero no creo que la mayoría de hogares sea así, sino, por algo se disparan los desaparecidos, las muertes y las tragedias en estas épocas.

He decidido ser el grinch de la navidad, me rehúso a ser feliz por un mes, a ser social por un mes, a ser bondadosa por un mes, o a ver felices a mis hijas destapar regalos por una noche, he conocido una felicidad mayor y no tiene que ver con gasto de dinero, con estreno de ropa, con regalos costosos, mucho menos con fiesta y derroche, menos con largos viajes de vacaciones, tiene que ver con un pesebre, la felicidad más grande de María fue ver sus ojos cuando tuvo a aquel niño Jesús en sus brazos, ustedes se imaginan??? Ella allá tirada en medio de paja con un asno detrás, muerta de la pena que llegaban los invitados reyes magos y la veían con la túnica pasada de moda, sin que ofrecer más que agua de establo y algo desalineada y tiritando de frío tal vez? Será que María saco la tarjeta éxito para recibir a Jesús con la mejor cobija de la época? O le tenía a los reyes magos deliciosos manjares mejores que el banquete del rey? Pues no, María fue feliz a pesar de, María fue bondadosa y humilde en su corazón, por eso Dios la eligió para ser su instrumento para traer la reconciliación y la paz al mundo, María brillo y es conocida por generaciones por su humildad y su sencillo corazón. 

Hace unos días una mamá me preguntaba, cómo se le dice a los hijos que esta navidad no hay regalos? Que esta navidad toca ropa o regalos? Y a mí se me derretía el corazón, a la vez que se me enfriaba más el lado grinch, porque me duele, me duele que el mundo nos enceguezca tanto, y es que ustedes no se alcanzan a imaginar lo que es ver a través de la luz y la verdad de Jesús la vida, porque mientras estamos sumergidos en medio de tanta mentira, que nos puede parecer diferente? Si todos hacemos lo mismo?, pero la realidad es otra, la realidad es que la alegría y la felicidad deben ser eternas, deben estar siempre, la reunión familiar debe ser un hábito, el honrar a los padres con un paseo, con una muda de ropa, debe ser algo continuo, no puede ser de una noche, los abrazos y el saludo a la tía lejana debería ser una constante, es injusto, odioso e hipócrita tratar de ponernos a cuentas con la felicidad a costillas de un evento gringo que nos gringolizo a todos y nos llevó ciegos al extremo consumismo y así  convirtió el nacimiento del salvador en la época de la felicidad.

No sé dónde pero leí o escuche una frase muy acertada que recita que el mejor gerente no es que el llega a la jefatura con todo en orden, sino el que recibe la jefatura en quiebra y se reta a levantarla, bajo esta premisa, si deseo que mis hijas sean gerentes, debo mostrarles la empresa tal cual es, su realidad, sus obstáculos, sus fortalezas y sus fracasos también, porque eso las involucra, las hace pensar, las hace apropiarse, y las hace agradecer.

Gratitud, virtud tan pérdida.

Tan fácil que es dar gracias cuando destapamos los regalos, más cuando recibimos lo que anhelábamos, tan fácil dar gracias en cada novena por el buñuelo y la natilla, pero, cuando llegamos a casa y el desorden nos espera, o el trancón metidos en Transmilenio, o cuando la prima no nos alcanzó para el par de botas nuevas, también damos gracias? O tal vez allí el espíritu navideño se nos achanta y nos sale una que otra quejadera? Damos gracias por estar vivos? Damos gracias por tener a nuestros padres acompañándonos aún? O preferimos no ir a la celebración porque está el primo ese con el que no nos  la llevamos? Y entonces, donde esta la alegría? Donde quedo el festejo? Solo es de una noche? Que bobada!!!!

Como se que ustedes son mamás en busca de mejorar, en busca de brindar lo mejor a sus hijos, se que esos chinos intensos las derriten y se que darían la vida por ellos, les quiero enseñar a ser grinch de la navidad y ser mamá feliz por todo el año, primero que todo, vamos a romper el esquema, que Jesús,  el héroe de la humanidad no nazca en el pesebre de la casa una vez al año, que nazca en el corazón de la familia cada día, que la cena de media noche con todos reunidos dando gracias por el año no sea en noche buena, que sea cada día, sin televisor ni papas chateando en la mesa, que la visita a la abuelita o a la tía soltera no sea por una novena bailable al año, sino que sea un hábito de comunión y relación familiar, por último, que los regalos sean una añadidura, que nuestros hijos entiendan que es más bendecido dar que recibir, que sea el momento de pensar en los niños huérfanos, en aquellos que no tienen familia y necesitan más los juguetes, que podamos ver como regalos de Dios el tener familia, el tener ropa todo el año, el tener un colegio y la opción de estudiar, que el estrene sea en febrero que las cosas están en rebaja, eso no los va a traumar, los  va a enseñar a ser compradores inteligentes y no seguir la misma vana ceguera del consumismo y la época.

Sobre todo mamás que mejor regalo que una mamá transparente, que sus hijos no vean una mamá feliz por el alcohol, alegre y unida a su papá por la apariencia en las reuniones familiares en esta época y el resto del año a una mamá gruñona, amargada y que se la pasa peleando, o una mamá que no tiene tiempo para ellos pero si el regalo más grande bajo el árbol, o una mamá que todo el año esta pagando deudas, esta esforzándose por cumplir con la pensión y en navidad se endeuda hasta el cogote para cubrir el play station que anhela el adolescente, no, eso no les va a dar felicidad más que unas horas, ellos necesitan ver una mamá verdadera, unas finanzas reales, unos papás de carne y hueso, no somos papa Noel, no somos felicidad navideña, somos padres, reales, humanos, responsables de criar a la nueva generación, no les hagamos daño llenándolos de mentiras, no les regalemos felicidad momentánea, llevémoslos al equilibrio de sus vidas reales llenas de gratitud y así cualquier momento será un instante de felicidad, instantes de felicidad generan una vida de felicidad.

Cuando damos gracias en medio de cualquier circunstancia, en nuestro ser se genera un contentamiento que nos produce gozo, ese es el gozo del que habla el señor, esa es la alegría que espera Dios, no es la época, es la vida que Él anhela para nosotros.


Por último, no nos demos palo, el problema no es explicarle a los niños que la situación está apretada, que toco pagarles la matricula, que los juguetes los suben de precio en esta época, no, ellos las cogen facilísimo, ellos son mucho más inteligentes y adaptativos, el problema es con nosotros como padres, tenemos que cambiar nuestra mentalidad, dar gracias a Dios por lo que tenemos, por lo que podemos, aún por lo que no podemos, aún por lo que no hicimos, y ser realistas, inteligentes emocionalmente, y no dejarnos llevar por la época, cuando el cambio inicia en nosotros, cuando levantamos las manos y decimos Dios gracias porque la prima llego y se fue, gracias porque a pesar de que no hubo trabajo tu estuviste conmigo, gracias porque este año no se pudo estudiar pero el otro ya podremos empezar a ahorrar, cuando nosotros nos despojamos de la época, nos volvemos el grinch de la navidad, y atraemos la alegría a nuestra vida por medio de la gratitud continua, las esponjas que nos siguen y dependen emocional, física, espiritualmente de nosotros, fácilmente aprenden por ósmosis, por ejemplo, por vivencia, a dar gracias, y cuando haya serán felices y gozarán y la abundancia los perseguirá, pero cuando no haya, cuando en su vida lleguen los obstáculos, sabrán levantar las manos y dar gracias, por todo, por la lluvia y por el sol, por la abundancia y por los apretones, porque vivieron en un hogar transparente en el que aprendieron que la gratitud y la alegría permanecen siempre. 





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