DIOS HA SIDO BUENO

Las navidades se transforman, cambian las personas, cambian los lugares, las edades, las situaciones, pero lo más importante es que permanezca el amor, la unión familiar y que conozcamos el verdadero significado de esta fecha.

Que enseñemos a nuestros hijos a agradecer y ofrecer un regalo de amor, de servicio, de entrega a aquel Dios que dio a su hijo para que naciera en un pesebre, fuera humano y sintiera en carne propia todos los sufrimientos de la humanidad, para morir por ella, para salvarla, para brindarle por su gracia el regalo de la salvación.

En esta navidad y en todas las venideras transmitamos a nuestros hijos ese gran regalo que nos dio Dios que es más grande, importante y significativo que los mil juguetes que puedan haber en el árbol y así mismo sembremos en ellos la semilla del agradecimiento, de brindar a Jesus nuestro corazón en muestra de agradecimiento por su gran obra de amor y valentía.



Quiero compartirles una lista de razones por las que agradecer en esta navidad a ese niño puro, santo, inocente, que nació en un pesebre y murió por nosotros, por el perdón de nuestros pecados y por nuestra salvación.  



Dios ha sido bueno…

Dios ha sido bueno cada mañana cuando sale el sol a darnos luz para emprender un nuevo día.
Dios ha sido bueno con cada tarde lluviosa en donde da respiro a la tierra y un ambiente melancólico y la vez romántico en esta ciudad trabajadora.



Dios ha sido bueno con el trancón y el repelente tráfico que ha formado nuestra paciencia y porque a pesar de ello hemos llegado sanos y salvos al trabajo y a la casa.

Dios ha sido bueno en cada situación adversa porque todo tiene un propósito y de todo hemos aprendido.

Dios ha sido bueno cuando ha provisto mucho más de lo que necesitamos, porque con cada apretón financiero, nos desprendemos más de las cosas vánales y materiales para aprender a agradecer la provisión de lo necesario y aprender a compartir cuando estamos en abundancia.



Dios ha sido bueno al darnos un trabajo, un horario, un jefe, una empresa, nos guste o no, es una bendición de provisión, de formación, de Dios.

Dios ha sido bueno al salvarnos de todo peligro.

Dios ha sido bueno al conservar nuestra salud y vida íntegras.

Dios ha sido bueno al ser nuestra fortaleza en la debilidad y la enfermedad.

Dios ha sido bueno con cada detalle en la mirada de nuestros familiares porque en ella hemos visto reflejado su amor, de igual manera en los recuerdos de quienes ya están en su presencia.



Dios ha sido bueno al quitar personas de nuestras vidas y al traer otras que van dejando huellas de su compañía, de su alegría, de su amor.



Dios ha sido bueno al llenarnos de buenos amigos que son como hermanos.

Dios ha sido bueno al dotarnos con habilidades y dones que ni imaginamos y permitirnos desarrollarlos.

Dios ha sido bueno al permitirnos soñar y con fé cumplir todos los propósitos de nuestro corazón.

Dios ha sido bueno con el mundo porque para todos por igual es la oportunidad de conocerlo, encontrarlo y salvarse, es gratuito y genuino su amor, EL ha sido bueno al darnos la oportunidad de arrepentirnos y volvernos a EL, al mundo le basta con aceptarlo en su corazón para ser salvo.

Dios ha sido bueno porque estamos vivos y completos para agradecer su benevolencia y para disfrutar de estas fechas especiales con alegría.

No me queda más que agradecer a todos por leerme, por leer este corazón que se destapa con cada escrito, que cree con fé y con inocencia tal ves que puede cambiar al mundo, que alguna de sus palabras puede tocar el corazón de las mujeres, de las madres de esta generación, para guardar el corazón de las nuevas generaciones, de nuestros pequeños que son el futuro de este mundo y de este país.

“Cuando los padres son malvados y me odian, yo castigo a sus hijos hasta la tercera y cuarta generación. Por el contrario, cuando me aman y cumplen mis mandamientos, les muestro mi amor por mil generaciones” EXODO 19: 5-6




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