¿DE CUANDO ACÁ LA MATERNIDAD ES UN LUJO Y TIENE PRECIO?

Llevo meses monitoreando las tendencias en medios con la palabra maternidad y he visto aparecer muchísimo la  maternidad subrogada, y las nuevas opciones de maternidad, las cuales han iniciado un millar de debates en todo el mundo.

Veo muchas mujeres jóvenes que prefieren la inseminación artificial, porque ellas deciden ser madres, y veo otras, que vieron un negocio en alquilar sus vientres y solo se encargan de albergar al bebe por los meses de la gestación y luego lo entregan, dentro de los debates que rondan estas nuevas modalidades de maternidad, he encontrado jovencitas que deciden ser madres solteras,  y preguntas como, ¿si el niño nace con alguna enfermedad o deformidad  biológica, quien decide si se aborta o no?  ¿Se acepta al bebe? O quien lo cuidaría? Los padres contratantes o la mujer que alquila el vientre?.

Tremendo no? Hasta donde queremos manipular lo que es natural?, hasta donde queremos disfrazar nuestras necesidades innatas? Ese vacío que todos llevamos dentro y solo Dios puede llenar, nos seguimos esforzando en ignorarlo, en declararnos independientes y supremos, cuando somos no más que viento.

De fondo siento que no se trata de maternidad sino de beneficios propios, que las mujeres llegan a un estado de orgullo y egoísmo que solo están pensando en ellas, en sus deseos, en sus ideales, en su placer, no piensan en todo lo que demanda la crianza y la responsabilidad de traer una criatura al mundo.

Ahora resulta que la maternidad es un lujo, es un placer, que cada quien decide a su conveniencia, entonces si usted sirve para procrear pero no quiere tener la responsabilidad de ser madre, fácil, alquila su vientre y vende la criatura al mejor postor y si usted no tiene la capacidad de procrear, se enloquece porque ese es su mayor deseo y el único objetivo de su vida, entonces, paga millonadas para calar en el 30% de Inseminaciones Artificiales exitosas, si usted tiene la capacidad de procrear, pero no quiere la responsabilidad ni el esfuerzo que demanda tener un hogar, pues fácil, se manda a quedar embarazada in vitro y cría al bebe sola.

Mujeres, entiendo cuánto pueda doler no poder ser mamá, pero solo Dios es el dueño de la vida, Él tiene el poder para hacer milagros, si se lo pides de corazón y vuelves tu corazón a Él, estoy totalmente segura que te lo dará, he visto muchísimos casos de éxito, y si no te hace el milagro y no te da ese hijo, seguramente, tiene un plan mayor para tu vida, seguramente serás mamá de un millar de almas que Él tiene reservadas para ti.  

Ahora con las mujeres que están decidiendo ser madres solteras, aunque tu padre y tu madre te abandonará, Dios nunca te abandonará, Él es el padre, madre Dios, Él puede suplir y llenar todas las necesidades de nuestra alma, sin embargo, un niño tiene necesidades básicas (importancia, seguridad, perdón, aceptación, amar y ser amado, disciplina, ser alabado, necesidad de Dios), no todas las puede suplir solo mamá, está más que demostrado que son totalmente necesarias ambas figuras en su desarrollo; nose con que chichones o traumas hallas crecido y porqué no puedas creer en un hogar y en la crianza compartida con un hombre, pero creerle a la palabra de Dios, donde claramente está estipulado el hogar conformado por hombre y mujer, y donde cada uno tiene unas funciones y rol definido, vale la pena.

Por milenios la biblia ha sido el más espléndido ejemplar de moral, pero al hombre le cuesta tanto, meter la lógica de Dios en la conciencia humana, que al ver que sus estatutos son tan grandes y supremos no nos vemos capaces de cumplirlo y nos dejamos ganar por el acusador (el diablo), entonces esa condenación nos lleva a preferir ignorar, ignorar los estatutos bíblicos y la única y absoluta verdad, solo porque no somos capaces de tener la fe que se requiere para creerle a Dios.

Y te voy a decir porque no somos capaces, porque no queremos ceder, porque preferimos tener el control, porque preferimos que las cosas tengan sentido, pero te reto a creerle a Dios, rendirte a Él, a sorprenderte en su sobre naturalidad, a no vivir por lo que tú mente o emociones digan, sino por lo que tú fe diga, te invito a leer la biblia, pero antes, por favor, deja a un lado tus pensamientos, pídele al espíritu santo (nuestro ayudador) que despeje tus pensamientos y ponga los suyos en ti, la biblia es la misma palabra de Dios, no es un libro literal para leer a la ligera, se requiere de la intervención divina para poder traducir estas verdades en la poderosa y transformadora verdad de nuestro creador, y se vuelve realmente sencillo cuando dejamos que el mismo inspirador nos ayude a entenderla.

En la biblia encontramos el principio de la maternidad, su objetivo, sus responsabilidades y sobre todo su labor, la maternidad cuenta como una buena obra para la mujer, parimos con dolor por una maldición, rendiremos cuentas por las personitas que Dios nos ha encomendado y por nuestra labor como madres o padres se nos juzgará, ya ves que va mucho más allá?, La maternidad no es algo que decides y ya, no es un lujo, ni te da un estado social diferente o mejor, la maternidad es una bendición de Dios que implica impresionantes sacrificios y responsabilidades, oremos porque podamos celebrar muchos días más de las madres  que Dios escogió para que lo fueran y que siga siendo existiendo este rol en la vida humana como su esencia original lo diseño.

Muchas mujeres del siglo XXI me leerán y me creerán loca y desquiciada, y sí, tal vez me estoy volviendo una loca retrograda, pero sabes? De no haberlo experimentado realmente en mi vida, jamás lo creería como una verdad, realmente me ha costado, no ha sido fácil, mi mente humana estaba repleta de argumentos lógicos y coherentes con el mundo actual, que han tenido que ceder y dar paso a la sobre naturalidad y omnisciencia de Dios, sus palabras son tan poderosas, que disciernen nuestros pensamientos y se incrustan en lo más profundo de nuestro corazón y nuestra mente, el mundo pasará, créanlo!, no es normal que ahora solo pretendamos esforzarnos por cumplir con nuestras propias expectativas, bajo nuestro conocimiento humano y nos esforcemos por ignorar la santidad de Dios, el mundo se está desviando cada vez más del camino que Dios planeó, y por más que se esfuerce por jactarse de sus propios deseos egoístas, jamás, nada, podrá llenar ese vacío que todos llevamos dentro, solo Dios puede hacerlo, pero la decisión es nuestra de creer.