REVISE CÓMO USA SU BOCA

"Dios creo el universo, el mundo y todo lo visible a partir de la palabra, y bendijo su creación con palabras de honra y gloria. Lo interesante del asunto es que tú y yo fuimos creados por ÉL, a su imagen y semejanza y nos dio el maravilloso don del lenguaje y la palabra no únicamente para que aprendiéramos a relacionarnos con Él sino también para que construyéramos nuestro destino a partir de las palabras". - John Milton Rodriguez. Vida imparable-.

Bien conocemos el dicho de que las palabras tienen poder, entonces lo utilizamos cada vez que algo negativo emerge del hocico de algún humano a nuestro alrededor, nos asombra y somos felices callándolo o "tocando madera", pero aunque no lo crean, este chiste, es mucho más serio y real, ¡las palabras tienen poder!.

Hay días en que mis hijas abren los ojos llorando, se bañan llorando, se visten llorando y desayunan llorando, hubo días en que su incesable pataleta me voló la paciencia y las grité, lloré, me frustré y me sentí terrible por darles varita sólo por una mala levantada y una serie de sucesos indeseados, hasta que descubrí el poder de la palabra, lo ejercí y todo se calmó, primero intente cantar, entonces, mientras ellas gritaban en la ducha yo comenzaba con el coro "Dios... ha sido bueno...." luego les decía, yo digo "Dios", Gaby "Ha sido" y Lucia "Bueno", ellas me seguían el juego, se olvidaban de la pataleta y de repente la paz y la presencia de Dios que habita en medio de alabanzas reinaba en el ambiente, ellas se iban contentas y mi espíritu de a pocos soltaba la ira y terminaba disfrutando la paz.

Que fea se ve y suena una mujer gritona

A Gabriela se le alborotó la rebeldía y aunque la varita y el tiempo fuera funcionaron para ejercer disciplina en ella más pequeña, últimamente no era tan acertada la técnica porque la chica ya argumenta, cuestiona y razona con mayor criterio, entonces castigar porque se ponga de voluntariosa o porque le de rabia algo que le estoy mandando a hacer ya no era muy lógico, cuando claramente, como cualquier ser humano, algunas cosas le dan mamera, algunos días le da pereza madrugar, y a veces esta jugando y prefiere seguirlo haciendo que recoger el reguero; una madre empeñada en ejercer su voluntad sin evaluar las razones o preferencias del ser humano en formación, enseñará y dictará el discurso "porque yo digo, porque yo quiero, aquí se hace lo que yo mande" y esto enseñaría nada más que las mujeres son voluntariosas y  pasan por encima del otro sin importarles, entonces, como no quería enloquecer por su mala actitud y terminar respondiendole peor, decidí optar por la Fe, nombrar lo que no es como si fuera, comencé a usar mis palabras en Fe:

- Gaby:  "Recoge el reguero de tu cuarto" (pataleta, caos, mala gana, mala actitud).

- "Vamos Gaby tú eres una niña responsable y organizada, eres una princesa obediente y sabes seguir instrucciones", reacción: Gaby feliz haciendo caso jaja, suena raro, no es sencillo, pero les aseguro que funciona!.

Así mismo sucede con todo cuanto decimos, si en nuestra boca hay poder para vida o muerte, si lo que atamos en la tierra es atado en el cielo, ¿no les da un tremendo celo por sus bocanadas de aire y vibraciones de garganta???, ¿qué horror no?, imagínense qué estamos creando cuando le decimos a nuestro esposo "uyyy pero es que es bruto!", pues obvio, un bruto.
¡Que susto! nuestra boca es más poderosa de lo que pensamos.
De lo que profesamos internamente depende lo que declaramos al exterior, así tal cual la palabra dice que de la abundancia del corazón habla la boca, tal vez debamos empezar por examinar qué tenemos en el corazón y porqué decimos lo que decimos, ahí en medio de las explosiones de ira y de estrés, cuando estallamos en malas palabras y mal decimos y dañamos así nuestra vida y la de las personas que nos rodean, se hace necesario revisar qué hay en el corazón, qué provoca las malas palabras, para a partir de la calma interior, poder generar calma y paz hacia el exterior, con un discurso correcto. 
Si no tienes nada bueno que decir, mejor calla.
Puedes encontrar un montón de alternativas, últimamente estamos minados de opciones porque como humanos andamos empeñados en resolverlo solos, pero yo conozco un lugar de desahogo inigualable, donde todos tenemos derecho a entrar sin pago de ninguna membresía y salimos no sólo con una lista de agujas y mantras para practicar en casa, sino que somos transformados y renovados sólo con permanecer unos momentos allí, este lugar se llama CRUZ, esta al alcance de una cerrada de ojo y una declaración así... "Señor Jesús.. vengo a la cruz, a entregarte...... todo esto que carga mi corazón y no me permite emitir palabras de bendición para mi y para quienes me rodean.., gracias Jesús porque tú cargaste con mis pecados, con mis faltas, con mis dolores, angustias y con mis etiquetas, y por eso hoy puedo traspasar tú cruz con la seguridad de que con un toque tuyo todo es nuevo, mi corazón, mis pensamientos, lo que soy y lo que doy a los demás, amén". 

Podemos tener una cara muy bonita, pero sí en nuestro corazón albergamos cosas no tan bonitas, nuestra boca puede delatar la fealdad de nuestro ser. 
Al reflexionar sobre aquellas astillas que envenenan nuestras palabras, nos damos cuenta de que hay cosas adentro que duelen, nos dan rabia y nos frustran y nos hacen hablar mal o maldecir, por ejemplo, creemos que no tenemos nada que perdonar a nuestros hijos y no siempre es así, las reto a que sean sinceras consigo mismas y evalúen porqué tienen rabia con sus hijos y qué deben perdonarles, si sienten que por su culpa no pudieron estudiar, o quedaron gordas, o que sacan lo peor de ustedes, etc, yo se que suena feo, pero no podemos negar esos sentimientos, que si seguimos ignorando seguirán estallando en gritos y maldiciones, y no se sientan mal, todas los tenemos, yo también he tenido que perdonar a mis hijas cosas que ni me imaginé que sentía, pero ahí estaban, y cuando lo pude soltar en el lugar adecuado, donde no sería juzgada ni maldita por mis malos pensamientos o temores propios, recibí gracia, amor y un nuevo corazón, con ese nuevo corazón, ha cambiado mi discurso, mi declaración y mis palabras hacia y para mis hijas, lo que he visto reflejado en una relación mucho más sincera, no perfecta, para nada, pero sí mucho mejor de la que alguna vez fue.

Lo que sembramos cosechamos, de pronto recibimos gritos, de pronto indiferencia, según lo que hables podrás esperar la recompensa.
También a su esposo, por ejemplo, yo tuve que perdonarle que fuera un poco más analítico que yo, y en fé tuve que bendecir sus dones y lo que me molestaba de él, y asombrosamente nuestras peleas ahora gozan del arma más poderosa jamás creada para pelear, el consenso, ya no estallo como loca a insultarlo y sacarle la lista de defectos que albergaba mi corazón, no, yo deje el dolor y la rabia en la cruz y con mi corazón más liviano es fácil ir y perdonarle hasta tontadas como que deje tiradas las medias donde no deben ir y así, el diálogo no trae consigo el peso de las acusaciones, nuestras declaraciones cambian y con ellas el ambiente en el hogar mejora.

Asimismo esta el discurso sobre nosotros mismos, muchas veces creemos que con modestia podemos decir, "es que soy tan gorda", "a mi no me queda", "yo no podría", etc, y sin darnos cuenta estamos limitando nuestras capacidades, opacando nuestro valor y generando que esa sea nuestra realidad, hasta para perdonarnos a nosotros mismos podemos ir a la cruz y clavar allí todo eso malo que pensamos y decimos de nosotros y cambiar la declaración respecto a nosotros mismos.

Revisar cómo estamos usando la boca puede ser un recorrido hacia la sanidad de chichones que no nos dejan fluir libremente en nuestras relaciones y sin darnos cuenta pueden llevarnos a dañar a quienes más amamos, no dejen de ir al lugar donde sus emociones, sentimientos, palabras y maldiciones, se hacen bendición, se redimen, se restauran, se sanan, se liberan y se lavan, puedo asegurarles que funciona y cuando menos se den cuenta, verán los resultados tangibles de lo que un cambio en sus pronunciamientos pueden generar.

Aquí les dejo un mini repaso y oro porque impregnen los ambientes que habitan de amor, sinceridad y paz, y que estas declaraciones bendigan sus vidas y las de todos los que las rodean:

1. Revisar cómo estamos usando la boca.
2. Revisar qué hay en el corazón que pueda estar generando ese mal uso.
3. Ir a la cruz y entregarle a Jesús todo eso podrido en el corazón.
4. Perdonar y perdonarnos.
5. Cambiar el uso de nuestra boca, de maldición a bendición.
6. Asombrarnos y disfrutar los resultados.

Tú boca es la herramienta con la que puedes dirigir para bien o para mal todas las áreas de tú vida y afectar positiva o negativamente a quienes te rodean, ÚSALA BIEN!


Comentarios

Entradas populares